Cuando Ruth llegó a Londres para visitar a su mejor amiga Aileen, no imaginaba que se vería envuelta en una guerra entre seres ancestrales que han sido creados por dioses Vanir y Aesir.
Adam no duerme. Sus sueños estaban plagados de sangre, muerte y en esos sueños sólo había una culpable: una mujer de pelo rojo y ojos dorados.
Una humana: Ruth.
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